Desde el momento que acabé mi entrevista mi nivel de estrés e impaciencia aumentó en un 1000% como mínimo. De esa exposición dependía mi futuro: irme y cumplir mi sueño o quedarme y dejar que la vida siguiera con normalidad. Esa noche pensé que por probar a rezar no podría pasar nada malo y ¿Por qué no hacerlo? De ese día en adelante cada noche tenía que rezar por mucho que le pareciera estúpido a algunos. Otra idea que tuve que que cuanta más gente rezara conmigo más posibilidades podía haber de pasar así que durante una semana entera, cada noche también hacía rezar a mis padres y a mis amigos los tenia amargados a los pobres para que ellos también rezaran cuando pudieran. Mi nivel de insomnio nunca había sido tan grande, cada noche pensaba en las diferentes posibilidades y diferentes futuros que podía tener según lo que las listas publicarán. Tuve la gran suerte de que el día de la selección tenía una excursión e íbamos al cine por tanto el día pasaría más rápido y sería más e
¡Hola a todo@s soy Marina, bienvenidos un día más a mi vida!